HUMANOIDES O HECHOS MIAGROSOS
Un humanoide es un
ser no humano con forma o características humanas. El primer uso registrado del
término, en 1870, se refiere a los pueblos oriundos de las zonas colonizadas
por europeos. Durante el siglo XX, el vocablo paso a describir fósiles que eran
morfológicamente parecidos, pero no idénticos, a los del esqueleto humano.
También se aplica este vocablo al hablar de los seres que,
por lo general, se asocian a fenómenos aéreos anómalos; o, también a fenómenos
submarinos anómalos. Personalmente entiendo que se deben estudiar en estos
supuestos. Es el investigador, a la vista de las declaraciones de los testigos,
quien debe de decidir si en el resto de los casos se deben de estudiar o no.
En el norte de España, y esta vez me refiero a Galicia, hay
alguno de estos casos que se deberían estudiar desde otro punto de vista. En
Vigo (Pontevedra), año 1945, el niño Julio
F. fue a buscar agua a una fuente que se encontraba al final de la calle
donde vivía, en el interior de un lavadero, por encargo de su madre.
Al entrar, ve en la parte de atrás a dos seres extrañamente
vestidos, que hablaban entre sí. El que estaba situado más hacia el interior,
señalaba con su mano derecha extendida. Tenía el pelo muy largo y una tímida
barba, estando vestido con una túnica que a Julio le hizo
recordar a “Jesucristo”. El otro ser estaba totalmente calvo,
vestido con túnica, resaltándole más los ojos que al otro ser.
Julio escucha un murmullo que viene a decir “no importa, es
un niño”. Aterrado, el testigo vuelve a su cada sin el agua, tardando
algún tiempo en volver a la fuente debido a la impresión que le causó este
encuentro.
Emigra a Argentina y años depuse le da una interpretación
casi religiosa, por el parecido de uno de los seres con las imágenes populares
de Jesús, y por ser en aquellas fechas la única referencia de explicación para
sucesos de estas características.
Estamos ante algo ocurrido a un niño de corta edad, contado
por el testigo muchos años después y a su regreso de Argentina. Julio,
añade que no le marcó ni influenció en su vida. En su momento lo toma como algo
de tipo religioso, opinión que sigue manteniendo cuando cuenta su historia.
Nadie se ha preocupado en sacar este incidente de los
distintos catálogos donde está incluido; ni se han preocupado de hacer constar
que podemos estar ante algo de carácter más bien religioso.
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