DESCLASIFICACION
Un secreto es la práctica de
compartir información entre un grupo de personas, en la que se esconde esa
información a otras personas que no están en ese grupo. El secreto es a menudo
fuente de controversia. Muchos reclaman, al menos en algunas situaciones, que
es mejor hacer pública una información dada y que ésta sea conocida por todo el
mundo.
Se encuentran muy cercanos los
conceptos de confidencialidad y privacidad, y a menudo llegan a confundirse.
William Penn escribió: “Es sabio no
hablar de un secreto; y honesto no mencionarlo siquiera”.
La Ley de Secretos Oficiales
española es muy ambigua, no estableciendo plazos, y deja a criterio del
político o el militar de turno el clasificar algo como secreto o el
desclasificarlo. Lo único claro en esa ley es que el gobierno español nunca
podrá desclasificar nada calificado como secreto por otros gobiernos.
A lo largo de los últimos años muchos
gobiernos han procedido a la desclasificación de gran parte de la información
OVNI, o de fenómenos aéreos anómalos, que obraba en su poder; realizándose esa
desclasificación principalmente por los plazos establecidos en la ley. O, como
en Estados Unidos, gracias a la Ley de Libertad de Información.
Con lo que respecta a España, y
gracias a la labor callada de unos pocos a lo largo de los años, el antiguo Mando Operativo Aéreo (MOA) dependiente
del Ejército del Aire y del Espacio español procedió a la desclasificación de
toda la información que obraba en su poder.
Es oportuno realizar esta
pregunta: ¿Se ha desclasificado toda la documentación obrante en poder de los
ejércitos españoles? La respuesta es no. Solo todo lo que poseía el ya
mencionado MOA.
Existen expedientes perdidos sabe
Dios donde; siendo primero la labor del investigador localizarlos para
posteriormente solicitar, si procede su desclasificación, o simplemente obtener
una copia del mismo por el hecho de nunca haber sido clasificado por ninguna
autoridad.
Ejemplos de lo que acabo de
afirmar hay muchos. Me viene a la mente el caso de Ceferina Vargas Muñoz, tratado por mí en la web de Andalucía
Misteriosa y en la Revista Misterios.
El tema da para mucho y merece
ser tratado en profundidad, dejando de un lado esas opiniones enfrentadas que
existen y hacerlo desde la objetividad y la seriedad.
Actualmente está de moda las
comisiones de investigación en distintos parlamentos repartidos por el planeta
donde nos ha tocado vivir. Los
comparecientes se están tirando los trastos unos a otros a la cabeza; como si
fuera una pelea de patio de vecino.
Lo lamentable es que muy buenos
investigadores españoles, y otros que no son tan buenos, están tratando el
asunto. Lo hacen publicando trabajos o dando su opinión en inglés, renegando de
su lengua paterna. Huyen del español de
la misma forma que antiguamente se huía de la peste.
Para ellos, quienes no dominamos
ese idioma a su nivel, somos renegados y analfabetos que no tenemos derecho a
recibir información veraz en nuestro idioma. A esos investigadores tan cultos
por publicar en ingles me permitiré recordarle el Siglo de Oro de la Literatura
Española, La Generación del 98, La Generación del 28, etc. Sin olvidarme de
esos escritores, que, a pesar de escribir en español, recibieron en su momento
el Premio Novel de Literatura.
Algunos de esos poetas fueron asesinados
por escribir y dar su opinión en español. Sus nombres están escritos con letras
de oro en la literatura de habla española. Los nombres de esos investigadores
ufológicos españoles que escriben en ingles serán borrados de los libros; de la
misma forma que lo hacían los egipcios con algunos de sus faraones, destruyendo
o borrando los gerorificos donde aparecían sus nombres y hazañas.
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