LA IMAGEN

 

 

Desde siempre se ha utilizado la expresión “una imagen vale más que mil palabras”, pero con lo que a la ufología y fenómenos paranormales respecta no es muy correcta que digamos.

Primero la fotografía, y últimamente el video, han sido esgrimidos como autentificación a los fenómenos aéreos anómalos que algunos estudiamos. Existiendo desde siempre el manipulador, quien ha pretendido hacernos pasar por autenticas burdas falsificaciones.

Otros tipos de imágenes podemos denominarlas con el calificativo de “fantasmas” y/o “palidolias”: han captado lo que el ojo humano no ha visto. Algunas, muestran lo que se puede ver a simple vista, pero son fenómenos de tipo natural o aparatos inventados por el hombre y desconocidos para el fotógrafo de turno.

El caso es que, después del correspondiente análisis, la inmensa mayoría de esas fotos y videos tienen explicación; otras no. La naturaleza a veces es juguetona y nos hace alguna que otra broma, utilizando para ellos nubes.

Estas adoptan formas caprichosas, como la que ilustrar la entrada. A simple vista se puede confundir con un avión de combate. Según mis fuentes, fue tomada en algún lugar de la costa gaditana. En concreto, entre Chiclana y Tarifa.

Existe un tipo de nubes denominadas “cirros” que están formadas por gotas de agua congeladas con forma de prismas. Por encima de ellas está el sol y sus rayos al atravesar las nubes provocan fenómenos luminosos espectaculares. Como círculos concéntricos multicolores. Un fenómeno físico conocido y que se puede reproducir en el laboratorio.

La pregunta que se puede hacer el amigo lector es si la foto está manipulada o no. En su momento un buen amigo, Rafael Cabello de Sevilla, la analizó. Está manipulada. Si la estudiamos en profundidad veremos que al fondo no está el mar. Se trata de un barrio de cualquier ciudad. Las nubes son cirros que se forman sobre 3.000 metros de altura y en la imagen están a unos 500 metros de altura.

Dudaba en utilizarla, o usar otra que afirman apareció en América (en concreto en Argentina) al conocerse la elección de Francisco I como Papa. Lo de menos es que sea verdad o no que apareció en ese momento. El caso es que tiene forma de ángel.

Hablando de Francisco I: hacer constar que podemos dirigirnos a él como Francisco; ninguno otro ha llevado antes ese nombre y por tanto no inducirá a error ninguno.